Vitaminas y minerales esenciales: La importancia de los suplementos en la alimentación de los gatos

La alimentación de los gatos es un aspecto fundamental para garantizar su salud y bienestar. Aunque los gatos son animales carnívoros y pueden obtener la mayoría de los nutrientes que necesitan de una dieta equilibrada, en ciertas circunstancias puede ser necesario complementar su alimentación con suplementos.

En este artículo, analizaremos la importancia de los suplementos en la alimentación de los gatos y lo que debes saber al respecto.

Los suplementos pueden complementar la dieta felina

Los suplementos son una forma de complementar la dieta de los gatos cuando esta no es suficiente para proporcionarles todos los nutrientes que necesitan.

Por ejemplo, si tu gato es muy exigente con la comida o tiene alguna condición médica que requiere un aporte extra de ciertos nutrientes, los suplementos pueden ser una herramienta útil para asegurar que reciban una nutrición adecuada. Es importante recordar que los suplementos no deben sustituir a una dieta equilibrada, sino complementarla.

Vitaminas y minerales esenciales para la salud del gato

Algunas vitaminas y minerales son esenciales para la salud de los gatos, como la vitamina A, la vitamina E, el calcio y el fósforo, entre otros. Estos nutrientes juegan un papel crucial en el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico, la salud de la piel y el pelaje, la salud ósea y dental, entre otros aspectos.

Si la dieta de tu gato no cubre adecuadamente estos requerimientos, es recomendable consultar con un veterinario para determinar si es necesario incorporar suplementos a su alimentación.

Cómo administrar los suplementos de forma segura

Para administrar los suplementos de forma segura a tu gato, es importante seguir las indicaciones del veterinario en cuanto a la dosis y la frecuencia de administración.

Algunos suplementos pueden ser en forma de comprimidos, líquidos o en polvo, por lo que es importante seguir las instrucciones de almacenamiento y administración de cada uno. Además, es importante observar la respuesta de tu gato a los suplementos y comunicar cualquier cambio o efecto adverso al veterinario de inmediato.

Es importante recordar que los suplementos no deben sustituir a una dieta equilibrada y que su administración debe realizarse bajo la supervisión de un veterinario.

¡La alimentación adecuada es clave para que tu gato disfrute de una vida larga y saludable!

¿ Cómo darle una pastilla a tu gato?

La técnica de mezclar o disimular una pastilla con comida suele funcionar con la mayor parte de los perros, pero los gatos, tienden a ser más suspicaces. Se debe que tener en cuenta:

  • A diferencia de los perros, los gatos no engullen con rapidez, sino que mastican poco a poco y cuidadosamente. Por eso es fácil que tu gato detecte la pastilla, por muy disimulada que esté.
  • Existen en el mercado pastillas que simulan el sabor de la comida y que, por lo tanto, pueden «engañar» con mayor facilidad a algunos felinos. Pero no a todos.
  • Aunque parezca que el gato se ha comido la pastilla, lo mejor es que te asegures. Muchos gatos son sorprendentemente hábiles esquivando los comprimidos escondidos en la comida.

Si camuflar la pastilla en la comida favorita de tu gato no funciona, no desesperes: es lo más normal. A continuación, te daremos algunos consejos para conseguir que tu gato se coma la pastilla:

  • Retrasa la hora de comer y vuelve a intentarlo: Déjale unas horas en ayunas, cuando por fin le pongas su ración del día (con la pastilla camuflada en ella), tu gato se abalanzará sobre el plato y comerá a toda velocidad, con mucho menos cuidado del que pone habitualmente. Algunas comidas pueden engañar a tu gato con mayor facilidad que otras. Si puedes elegir, dale comida húmeda, o algún tipo de caldo o salsa, con olores y sabores intensos que disimulen el «la pastilla» que llevan dentro.
  • Parte o tritura la pastilla: Pero antes consulta con tu veterinario, ya que no todos los medicamentos pueden triturarse o partirse siquiera. En algunos casos los comprimidos pierden sus propiedades, por lo que todo tu esfuerzo no serviría para nada.
  • Busca una alternativa a la pastilla: Algunos medicamentos para animales se venden tanto en pastillas como en formato líquido, en polvos, entre otros.
  • Inmoviliza al gato para darle tú mismo la pastilla: Si todo lo anterior falla, queda meterle tú mismo la pastilla en la boca al gato utilizando una toalla.
  • Utiliza una jeringuilla especial para pastillas: Si meterle la pastilla en la boca al gato te causa aprensión o crees que hay demasiado riesgo de hacerle daño o llevarte un buen mordisco, usa una jeringuilla de píldora. Inmoviliza la cabeza del gato con la toalla y recurre a la jeringa. Al empujar el émbolo, la jeringuilla situará la pastilla en el fondo de la garganta del animal, junto con un poco de líquido que ayudará a que trague con suavidad. Antes de colocar la pastilla en la jeringuilla, úntala en un poco de paté o algún tipo de comida húmeda

Sea cual sea el método al que hayas recurrido para hacer el gato se trague la pastilla, asegúrate de compensarle siempre por el esfuerzo. Ofrécele una buena ración de chucherías, acarícialo, juega con sus juguetes favoritos durante unos minutos y felicítalo efusivamente.

En definitiva, dedícale tiempo, incluso aunque hayáis pasado un mal rato. De esta forma, el gato asociará la pastilla a una situación positiva, o por lo menos reducirás el riesgo de que la asocie a algo muy negativo.

Esto último te lo decimos porque los gatos, como los perros y otras mascotas, aprenden de la experiencia con una rapidez sorprendente. Si el episodio de la pastilla ha sido especialmente desagradable para él, tu gato lo recordará y es fácil que se muestre incluso menos cooperativo la próxima vez que tengas que medicarle.

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